Realizado con técnica mixta (acrílico, óleo y collages) sobre tabla en bastidor, 90 x 60 cms.
Según la descripción de propio autor, Nuestro Padre Jesús atado a la columna aparece portentoso abrazando a la columna, elemento iconográfico de la pasión de Cristo que cobra mucha importancia junto a la imagen del Señor, como foco y punto principal de la obra. En la columna podemos apreciar varias escenas de la pasión de Cristo que son rezadas en el piadoso rito del Vía Crucis.
La columna puede ser un elemento que sostiene una construcción, pero también puede elevarse sola. En este caso, la columna, el pilar y el tronco son intercambiables en su valor simbólico.
Una peana de estilo neobarroco ocupa toda la parte inferior de la pintura, sobre la que reposa triunfante la imagen del Señor, con colores verdes y tonos monocromos oscuros del mismo, donde hace contraste el color verde oliva y el tono más oscuro que se percibe en las tintas planas de los olivos que se dibujan y florecen sobre ella hasta llegar y abrazar a toda la columna. El uso de las ramas de olivo se muestra con doblemente simbolismo, por el propio nombre identitario de la Hermandad, así como otro de los elementos importantes en la Cristiandad y en la celebración de la Semana Santa.
El olivo simboliza la victoria, en este caso la resurrección de Cristo al tercer día de ser crucificado. Asimismo, el reparto de ramas de olivo responde a que el primer día de celebración de la Pascua conmemora la subida de Jesucristo a Jerusalén.
Desde la antigüedad, el olivo ha sido considerado una planta sagrada, un símbolo de justicia y conocimiento, como símbolo de paz, quedando así también representada de manera peculiar a la titular Mariana de esta Hermandad, María Santísima de la Paz.
Curiosamente estas ramas de olivo son repartidas a miles de personas que optan por mantenerlas en casa como un elemento decorativo y como un recordatorio del Domingo de Ramos y la Pasión de Jesús o bien guardadas para después quemarlas para la celebración del Miércoles de Ceniza.
En el centro de la peana aparece una litografía de la imagen de la Virgen de los Dolores que se custodia en el retablo donde se le rinde culto a Nuestro Padre Jesús atado a la Columna, imagen que siempre ha estado muy vinculada a la figura del Señor, quedando así también representado el dolor de la Madre, en este piadoso vía crucis.
Dos ángeles pasionarios flanquean a Nuestro Padre Jesús sosteniendo el cíngulo y las borlas que lo tienen atado a su columna, donde uno de ellos aparece abrazando a la cruz, símbolo de un sufrimiento que en el caso de Jesús lo conduce hasta la muerte, pero también de garantía de resurrección. Por eso en el rezo de este rito de los misterios dolorosos de Cristo la abrazamos y caminamos con la Cruz.
El fondo queda contemplado por una visión esbozada de la fachada de la sede canónica de esta Hermandad de los aceituneros, la Parroquia de Santa María de la Mesa.
A modo de dosel queda uno de los laterales del arco de la iglesia profundamente abocinado, donde se dispone una rica y ordenada decoración a base de cuadrícula de casetones con rosetones y cabezas de querubes.
La tipografía, parte fundamental de un cartel, recoge de manera directa y clara al espectador lo fundamental de este anuncio, en tonos azules y morados Vía Crucis y 2023, y en blanco, color alusivo a la Virgen de la Paz queda contrastado por la peana el nombre de la ciudad de Utrera.
Con delicadeza y un sencillo y rotundo mensaje he querido plasmar en este cartel lo que próximamente será el primer acto cofrade que abrirá las puertas a la Cuaresma y a la maravillosa Semana Santa de Utrera.
#aceitunerosdeutrera2023
